EL PERIÓDICO DE ARAGÓN
(07/07/2008)
La Policía Nacional impide a decenas de zaragozanos participar en el salto simbólico al Ebro por "motivos de seguridad" El acto anual exige el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea.
Nadie se lo podía creer. El acto programado a nivel europeo para exigir el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea había sido prohibido. "Esta actitud es demencial. La Policía nos prohíbe mojarnos los pies. ¡Los pies! Esto es una barbaridad", comentaba enfurecido un miembro de la plataforma VoluntaRíos, uno de los colectivos organizadores del acto reivindicativo.
La mañana amaneció soleada y menos calurosa que en los últimos días. Un centenar de personas, en perfecto orden y sin alterar al tráfico, se dirigió desde San Pablo hacia las riberas del Ebro para poder darse el simbólico chapuzón. Los miembros de VoluntaRíos, la Coordinadora de Afectados por Grandes Embalses y Trasvases, (Coagret), la organización Nueva Cultura del Agua y la Asociación de Vecinos Actur Puente de Santiago se encargaron de corear y recordar a los curiosos y paseantes su principal objetivo: la limpieza de los ríos, tanto del agua, como de las riberas. Y devolver estos espacios a los ciudadanos, ya que los ríos son de todos.
El lugar elegido para exigir la recuperación de los cauces y riberas: las playas de la Margen Izquierda cercanas al puente de La Almozara. La zona no parecía vislumbrar problemas con la autoridad. La anterior ubicación presentada, la playa del Ángel había sido denegada por Delegación del Gobierno. Sin embargo, minutos después de que los primeros bañistas se internasen en las aguas del Ebro para iniciar la protesta, "inocua y en familia", una docena de policías de la Unidad de Intervención Policial instó a los asistentes al acto que saliesen del río y de las orillas.
La orden era tajante. "Por motivos de seguridad no pueden bañarse ni acceder al río", explicó uno de los agentes. Los motivos no convencieron a nadie y el talante festivo desapareció. Al grito de "¡Delegado dimisión! ¡El río es de todos, no a la represión!", los manifestantes fueron desalojados de la orilla por las fuerzas de orden público. Pese a sucederse algunos momentos de tensión entre los policías y los asistentes, el acto terminó sin incidentes.
Aun así, la sensación general de los participantes en el acto era de sorpresa e indignación total. "Esta actividad ha sido programada en toda Europa y no nos permiten hacerlo aquí, en la capital del agua. ¡Vaya estupidez!", indicaba una bañista. "No estamos haciendo nada malo, solo bañarnos, es un acto pacífico", espetaba un padre a uno de los policías, el cual no prestaba mucha atención a las quejas.
El acto gran salto al Ebro, previsto a las 13.30 horas se quedó en una ligera mojadura de pies para la mayoría. Tras abandonar todos los bañistas el agua, los asistentes tuvieron que subir a la zona del paseo pues la Policía tampoco permitía permanecer en la playa de grava. Al final, los únicos asistentes que pudieron disfrutar en paz de la jornada fueron varias mascotas. Los perros fueron dueños del Ebro pese a la prohibición de baño.
< Prev | Próximo > |
---|